Recientemente formamos parte del panel de expertos del curso de “Peritación Odontológica” que contó con un amplio éxito de asistencia en el Ilustre Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Almería. El concreto, el Dr. Juan Miguel Franganillo, perito de PROMEDE, fue quien se hizo cargo de parte de las ponencias del curso, con una calificación global por parte de los alumnos de 5 sobre 5. Los temas que se abordaron fueron variados, arrancando con una iniciación al tema pericial, y tratando, desde lo más básico, que son los conceptos iniciales en responsabilidad profesional, hasta la metodología pericial de informes de responsabilidad profesional sanitaria y al uso de baremos. En este sentido, respecto a la iniciación a la responsabilidad profesional se explicó la evolución de las demandas en odontología, desde el año 1982 hasta la serie de 2013-2015, mediante informes donde se observa claramente la tendencia al alza de las demandas a profesionales.

Asimismo, se abordó la repercusión que tienen dichas demandas en profesionales sanitarios y las consecuencias en la vida laboral y familiar. Por eso, una vez sentada la base sobre cómo ha ido evolucionando el sector odontológico y las demandas asociadas a éste como consecuencia de la praxis médica, se analizó la responsabilidad profesional, los tipos de responsabilidad, los requisitos para que exista dicha responsabilidad, el tipo de relación contractual, la existencia de falta profesional o la relación de causalidad entre la falta y el daño causado. Por último, uno de los temas que levantó mucho interés fue el cuándo hay que hacer el consentimiento verbal, o cuándo por escrito, qué debe contener un consentimiento y una cantidad importante de preguntas y cuestiones relativas al mismo, lo que demostró la importancia de este tema en la práctica clínica diaria y cómo los asistentes tenían claro que buena parte de las demandas judiciales son estimadas por consentimientos informados defectuosos, incompletos o inexistentes.

La pericia médica dentro del campo de la odontología tiene sus peculiaridades, tal como explica el Dr. Juan Miguel Franganillo, experto en peritaciones, odontología legal y forense y valoración del daño dentofacial, que señala que la principal diferencia con otros peritos médicos es que no existen especialidades reconocidas en Odontología, por lo que se puede peritar sobre cualquier materia solo con tener el título que habilite para el ejercicio de la profesión. Sin duda, “esto es un verdadero problema puesto que odontólogos sin formación suficiente en temas legales podrían peritar un asunto penal, lo cual podría tener gran trascendencia en la vida de una persona, pudiendo incluso tener asociada una pena de inhabilitación o prisión”, asegura.

Las demandas de responsabilidad profesional sanitaria aumentan año a año y no parece que esto vaya a disminuir en un futuro. Existen múltiples causas para dicho aumento, entre ellos, y generalmente el más importante, es la falta de comunicación entre profesional sanitario y paciente, la creencia de que la odontología es una ciencia exacta y la creciente judicialización de la sociedad. La gran mayoría de los asuntos que se dan en Odontología son los referentes a responsabilidad profesional, es decir, las demandas contra profesionales en el ejercicio de su profesión. Suelen ir en una gran proporción por la vía civil pero una pequeña parte siguen la vía penal, lo que nos lleva a entender bien las consecuencias que pueden tener para terceros nuestros informes. No obstante, también se pueden dar casos de valoración de lesiones por agresiones, accidentes de trabajo y en menor medida necroidentificación, identificación por marcas de mordedura o incluso en casos de nulidad matrimonial eclesiástica, puesto que un motivo de dicha nulidad es la halitosis continuada.

La formación legal para el ejercicio de la odontología no es que sea necesaria, es que es fundamental, ya que según indica este experto “nadie está a salvo de recibir una demanda y según estudios los profesionales sanitarios ni estamos formados ni conocemos las consecuencias que pueden acarrear dichas demandas. Generalmente no sabemos qué cobertura de seguro tenemos, cuanta cantidad tenemos cubierta, si nos cubre devolución de honorarios, que pasaría si tuviésemos una demanda y la indemnización estimada fuese mayor que lo que tenemos contratado en nuestro seguro, etc.”.