Cualquier persona puede ser víctima de pérdidas patrimoniales derivadas del incumplimiento de las obligaciones por terceros. Por ejemplo, las negligencias médicas además de afectar a la salud de un paciente pueden tener consecuencias directas sobre su patrimonio. Por eso, cuando se incumple un contrato o se causa un daño a un tercero, es preciso indemnizarlo. Esta indemnización puede contener dos elementos: el daño emergente y el lucro cesante. Ambos vienen definidos en el artículo 1.106 del Código Civil que establece que: “la indemnización de daños y perjuicios comprende, no solo el valor de la pérdida que hayan sufrido, sino también el de la ganancia que haya dejado de obtener el acreedor”.
El daño emergente es la pérdida real, efectiva y acreditada que se produce tras una lesión. Es decir, está completamente demostrada su existencia y la indemnización corresponde a su valor económico. Por ejemplo, si un bien ha sido dañado, este valor sería el coste de reposición del mismo.
Por su parte, el lucro cesante correspondería a los ingresos o ganancias que se han dejado de obtener a causa de dicho daño. Se trata de un concepto difícilmente cuantificable puesto que consiste en la valoración económica de las pérdidas derivadas de ingresos que se van a dejar de obtener, lo que implica introducir una variable de probabilidad para analizar el perjuicio que se va a producir en un futuro.
Muchas veces es necesario realizar cálculos actuariales para valorar los perjuicios patrimoniales, tanto en lesiones temporales, como en secuelas o en casos de fallecimiento. En este sentido es necesario emitir un informe realizado por un actuario para justificar el derecho del perjudicado. En PROMEDE somos conscientes de esta necesidad y, por eso, hemos abierto este 2020 un área de actuación en este campo. A continuación, os detallamos los dos servicios que llevamos a cabo:
- Elaboración de informes actuariales para el cálculo del Daño Emergente y del Lucro Cesante, tanto para ingresos inferiores a 120.000 €, como para cuantías superiores en las que se requiere formulación matemática actuarial individualizada.
- Elaboración de informes actuariales para determinar la idoneidad de otros informes de reclamación de Lucro Cesante, Capitalización de prótesis u otras reclamaciones de Daño Emergente.